Fray Pedro Botía
Fray Pedro de Jesús nace en Mula como Pedro Botia en 1633 y de joven es acogido por unos familiares trasladándose a vivir al paraje de El Balate, en la huerta de Mula, tras haber perdido a gran parte de su familia tras la epidemia de peste de 1648. Ese mismo año, mientras pastoreaba por la huerta, se le aparece El Niño Jesús de Belén, que tras transmitirle el mensaje “Toma la cruz y sígueme”, hace que Pedro Botía ingrese en la orden franciscana pasando a ser Fray Pedro de Jesús.
Tras habitar en diferentes conventos de la diócesis decide peregrinar a los Santos Lugares hasta que una segunda aparición de la imagen de El Niño que le pide que vuelva a España, provoca su regreso. En el viaje de vuelta entra en contacto con aristócratas que le introducen en los ambientes de la corte y allí conocerá a don Juan José de Austria y se convertirá en su consejero y confesor hasta su muerte.